Inversor se busca

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El 7.5.09 a las 12:27 hs por Gabriel Foglia

“Le falta solidez”, sentenció el potencial inversor. Ante la mirada atónita del emprendedor agregó: “el Excel no se puede justificar”. “La idea está definida, el mercado y el plan de acción también, ¿entrás o no?”, apuró el ansioso emprendedor. “No me gusta el diseño de la presentación, no está claro”, respondió evasivamente y la charla acabó. El joven salió de la oficina preguntándose si la persona que le cerró la puerta había comprendido su idea. El “pequeño hijo” del entrepreneur sigue sin conseguir padrino.

Bienvenidos al mundo del Plan de Negocios, elemento indispensable para todo emprendedor. Existen aproximadamente 198 millones de links en Google sobre planes de negocios, desde software para realizarlos hasta consultoría y cursos sobre el tema. El desafío que enfrenta quien lo escribe es enorme: cómo transmitir una oportunidad, una idea de negocio y un plan de acción a un desconocido, posible socio. Esto implica exponerse a una evaluación detallada de pensamientos y acciones en tiempo pasado, presente y futuro. Y es en ese futuro donde radica el mayor problema, dado que un plan de negocios representa una visión acerca de lo que está por venir.

El plan es el “concepto” del negocio en función de la oportunidad detectada y la forma en que se llevarán a cabo actividades para transformarlo exitosamente en realidad. Esto puede ser mostrado en una página o en mil. Existen versiones cortas y largas, con base científica o intuitiva, en formato libro, video o presentación. Todas las versiones son válidas y todas suelen tener algo en común: sobrestiman el proyecto y realizan pronósticos más optimistas que realistas (en ese caso el plan se convierte en una expresión de deseos y la inversión, en un acto de fe). A la hora de buscar un inversor el golpe de realidad es inevitable.

La mayoría de las guías y ayudas para emprendedores están enfocadas en el desarrollo del plan de negocios. Sin embargo, encontrar el tipo de inversor potencial adecuado es tanto o más importante. Es normal que la búsqueda esté orientada a un inversor financiero (que sólo inyecta dinero y no se involucra en el día a día del negocio) o estratégico (que tiene conexiones en la industria y puede proveer no sólo capital sino proveedores, clientes, aliados, etc.). Esta búsqueda puede incluir a inversores profesionales que ya cuentan con una metodología de evaluación, un equipo de trabajo y un perfil de proyecto en el que quieren invertir (por área geográfica, por tipo de industria, por monto de inversión, etc.) o a inversores individuales que buscan alternativas donde obtener una ganancia (el amigo o familiar que pone la semilla para lanzar la empresa). A medida que la empresa crece los requisitos de financiación suelen ser mayores y la sofisticación del inversor aumenta.

Hay dos bienes que son muy escasos para alguien que está comenzando un proyecto: tiempo y dinero. Por ello resulta crítico poner mucho esfuerzo no sólo en el armado del plan de negocios sino en investigar qué tipo de inversor es el más adecuado. Los beneficios de presentar el plan ante las personas adecuadas son varios: mayores oportunidades de éxito y cuestionamientos más concretos y apropiados que ayudarán a mejorar el proyecto sin salir de foco.

Haber encontrado al inversor correcto es un punto fundamental cuando el proyecto se convierte en realidad. Muchas veces las ansias por obtener el dinero para iniciarlo derivan en emprendedores frustrados porque no pueden llevar adelante su visión debido a socios financieros más preocupados por obtener una renta y una salida financiera exitosa en el corto plazo.

En conclusión, poner énfasis en el armado del plan de negocios y en conseguir dinero sin pensar en el día después (cuando hay que pasar de la idea a la acción) pueden limitar el éxito a futuro del proyecto y dañar la confianza de su creador. Decir “no” a tiempo es también parte del arsenal de todo emprendedor exitoso.

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