El deporte y el negocio

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El 18.10.10 a las 10:47 hs por Gabriel Foglia

Los deportes forman parte del universo del entretenimiento. En ese mundo, conviven con películas, videojuegos, obras teatrales y otras formas de esparcimiento y, además, pelean contra ellos por el tiempo y el dinero de los espectadores. Así como los directores y productores de películas desarrollan fórmulas para incrementar sus audiencias -desde qué actores seleccionan hasta el tipo de guión que filman-, el diseño de cada deporte está intrínsecamente ligado con su atractivo y potencial económico.

¿Cuál es el deporte ideal? Una interesante columna de Richard Bookstaber en el Wall Street Journal nos brinda una nueva mirada. Más allá de los gustos personales, el análisis crudo y desapasionado nos conduce a la relación entre dos variables: cantidad de anotaciones (por ejemplo, goles en un partido de fútbol o puntos ganados en un partido de tenis) e interés por parte de los espectadores. Así, cuantas más anotaciones existen en un deporte, mayores son las chances de que gane el mejor jugador o equipo (en un partido de tenis o de básquetbol casi siempre gana el que juega mejor). Si los dos equipos son parejos, tendremos un final abierto y emocionante. Por el contrario, cuantas menos anotaciones haya (por ejemplo, el fútbol o el hockey), mayores son las posibilidades de que un equipo inferior le gane a uno superior o que un error de un jugador o el árbitro modifiquen el resultado final del encuentro.

En definitiva, el nivel de aleatoriedad en el resultado cae a medida que aumentan los tantos en un deporte. Bajo este concepto, uno puede pensar que lo ideal es aumentar la cantidad de anotaciones para que siempre gane el que mejor juega. Si analizamos un deporte donde no hay anotaciones, como por ejemplo el automovilismo, ocurre lo mismo: un piloto con un mal auto puede ganarle una vuelta al mejor, pero a medida que la carrera requiere más vueltas a un circuito, sus oportunidades disminuyen.

Sin embargo, el nivel de excitación por parte de los espectadores decae a medida que aumentan las anotaciones. Es fácil contrastar cuánto se festeja un gol en un partido de fútbol versus la emoción por un triple en un partido de básquetbol o un ace en un partido de tenis. Utilizando un concepto económico, la satisfacción marginal de los hinchas de un deportista o equipo tiende a decaer luego de un determinado número de anotaciones. Esto también explica por qué en algunos deportes los espectadores abandonan el estadio mucho antes de terminado el partido, mientras que en otros la situación puede cambiar hasta segundos antes del final.

En su batalla por las audiencias globales, la mayoría de los deportes (rugby, básquetbol, tenis, entre otros) ha cambiado las reglas de juego a lo largo de los años tratando de encontrar el balance entre anotaciones y satisfacción del hincha, haciendo, de este modo, más atractiva la propuesta de entretenimiento para los televidentes (hoy en día, los derechos de televisión son parte fundamental de los ingresos económicos de cualquier deporte).

El fútbol, a pesar de las numerosas propuestas realizadas, se resiste a modificar sus reglamentos. El alto grado de incertidumbre, las discusiones con el árbitro y la dificultad de marcar un gol agregan un condimento extra al drama que se vive en cada partido y esto es muy difícil de igualar por otros deportes. La definición por penales en determinadas ocasiones sólo agrega más aleatoriedad al sistema. Desde el punto de vista teórico, el fútbol todavía tiene un largo camino por recorrer en cuanto a su diseño como deporte. Tomar la decisión no es una tarea sencilla, pero podría incrementar en millones la cantidad de fanáticos alrededor del mundo.

Todos los sectores relacionados con el negocio del entretenimiento evolucionan para aumentar su participación en un contexto donde la globalización y la tecnología revolucionan los mercados. Los deportes también están inmersos en esta situación. Desarrollar “contenidos” atractivos es la clave del éxito, y para ello se necesita comprender la compleja relación entre las variables en juego.

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